
Que ver en Brujas (Bruges)
En diez años que llevo viajando a Bélgica (que rápido pasa el tiempo) he visitado Brujas en varias ocasiones. No soy una persona que suele repetir destinos, pero Brujas tiene algo que no sé, me llama, me transmite tranquilidad a la vez que recorro una de las ciudades con más encanto del país.
Quizá esa tranquilidad se evapora cuando llega la época alta de turismo, pero yo nunca me he encontrado la ciudad abarrotada, tendréis que contármelo vosotros 😉
Si tenéis pensado visitar Brujas seguramente llegaréis en tren, ya que Bélgica está muy bien comunicado a nivel ferroviario y los trenes suelen ser muy puntuales. Puedes organizar tu visita de dos formas: dedicarle un día y noche enteros o combinar la visita con Gante, es decir, por la mañana visitar una ciudad y por la tarde otra. Esta segunda opción es buena si tienes poco tiempo y sobre todo en verano, ya que el día dura más horas. Más adelante os contaré como conseguir billetes de tren a mitad de precio y otros consejos.
Empezaremos esta guía con los lugares más importantes que ver en Brujas, puedes ir dando un paseo desde la estación de tren al centro, lo que queda más cercano es el beaterio, pero a mi siempre me ha gustado empezar por las plazas centrales, así que os recomiendo que callejeéis mientras os dirigís a la Grote Markt.
Brujas es una ciudad fácil de ver por tu cuenta, pero nunca está de más contratar algún tour para obtener más información y entender lo que estás viendo, como:
- Tour a pie histórico: La historia de Brujas – por leyendas
- Háblame de Brujas 1.000 años de historias contadas por lugareños
Lugares imprescindibles en Brujas
Brujas es una ciudad medieval muy bien conservada que se ha hecho muy popular durante la última década, hay muy pocos viajeros que hayan estado en Bélgica y no hayan visitado Brujas.
No sé si es por el casco antiguo, las casas de ladrillos, el olor a chocolate o los canales pero Brujas tiene algo especial. Hace unos años la UNESCO la declaró Patrimonio de la Humanidad y también se ha ganado el nombre popular de “la Venecia del Norte“.
Grote Markt
A medida que te acerques a la plaza verás más gente paseando por la zona y es que la Grote Markt es la plaza del mercado y el corazón de Brujas.
Si has venido andando desde la estación lo más probable es que entres a la plaza por el lado oeste, tus ojos se irán directos a tu derecha (cara sur) al edificio Belfort, el Campanario de Brujas, al que le dedicaremos un punto exclusivo.
En la cara este destaca otro edificio de estilo neogótico, este edificio del siglo XIX es el Landhuis, el Palacio de la Provincia, y en su día se dedicaba al comercio de paños, actualmente es la sede del Juzgado Provincial de Flandes. En frente del Landhuis verás una fila de carruajes tirados por caballos, esperando a llevar a los turistas de ruta por el centro.

Si sigues observando la plaza te darás cuenta que ésta tiene forma rectangular y está rodeada de antiguas casas gremiales, un clásico de la arquitectura flamenca. Justo en la cara opuesta al campanario (cara norte) verás un grupo de casas bastante colorido, estas casas a día de hoy son cafeterías, un buen lugar para tomar alguna cerveza artesanal belga mientras observas el paso de la gente y los turistas por la plaza.

Finalmente en el centro de la plaza descansa la estatua en honor a Jan Breydel y Pieter De Koninck, quienes en el siglo XIV lucharon contra las tropas francesas para defender la independencia de Flandes, y por ello son los héroes locales.
Ya en la época medieval la Grote Markt celebraba semanalmente el mercado, y esa tradición se ha mantenido hasta ahora. El mercado local se celebra los miércoles por la mañana con puestos artesanales tanto de comida, como flores y obsequios, llenando la plaza de más ambiente.
Si has reservado un tour lo más probable es que salgan desde esta plaza. Con ellos conocerás mejor la historia de Brujas y seguro que no te dejas nada por ver.
Torre Belfort, el Campanario de Brujas
Horario de visita: 9:30h a 18h, todos los dias
Precio de entrada: 15€, descuentos para estudiantes
El campanario Belfort se encuentra en la misma Grote Markt y es uno de los puntos más visitados de la ciudad. Con sus 80 metros de altura, este edificio del siglo XIII te ofrecerá unas vistas fantásticas del centro histórico y alrededores.

Si tienes ganas puedes subir los 366 escalones para llegar al punto más alto, donde descansan el carillón y sus 47 campanas. y es que en su momento este edificio no solamente custodiaba documentos importantes de la ciudad, sino que también servía de punto de vigilancia dentro y fuera de la ciudad, haciendo sonar las campanas para dar la alarma, a parte de las horas.
Al ser un lugar tan popular os recomiendo comprar la entrada anticipada en su página oficial, así seguro que podréis hacer la visita el día que vayáis a Brujas y en el horario que mejor os vaya.
Plaza Burg
A 2 minutos de la Grote Markt, paseando por la calle Breidelstraat se llega a la plaza Burg, una plaza pequeñita pero que alberga algunos de los edificios históricos más bonitos de Brujas, lo que la convierte en una plaza bastante concurrida.
El Stadhuis o Ayuntamiento de Brujas es un edificio gótico del siglo XIV y vale la pena visitarlo por dentro, sobretodo la Sala Histórica y el Salón Gótico. Horario de visita 09:30h a 17h, todos los días.

La Basílica de Santa Sangre, un edificio del siglo XII bastante curioso ya que contiene dos pisos. La primera vez me pareció raro tener que subir un piso para entrar a una iglesia, ya que no me suena ahora mismo que haya encontrado algo semejante en ningún sitio. La estructura de madera además le da ese toque de viejo aunque limpio. El interior de la planta superior está compuesto por dos salas con mosaicos coloridos. Horario de visita 09:30h a 12h y de 14h a 17h, todos los días.

Justo a la derecha de la basílica encontrarás un callejón con un cartel y su nombre escrito “Ter Steeghere“, es una galería con chocolaterías, gofrerias y lugares donde comprar o tomar algo, no tengas miedo en adentrarte en la galería aunque sea un poco oscura.

La plaza Burg se extiende más allá de la carretera, donde se convierte en una zona verde rodeada de restaurantes y cafeterías. El Plaza café (Burg, 11) es un local que siempre he visto lleno en mis visitas. En esta parte de la plaza se celebra también mercado los fines de semana, sobre todo de alimentos y complementos de vestir.
Calle Groenerei, el muelle verde
Detrás del Ayuntamiento se haya el río Djíver y lo acompaña la calle peatonal Groenerei, conocida también como el muelle verde por la vegetación y el color de sus aguas.
Para llegar a esta calle desde la plaza Burg lo mejor es dirigirte al arco que hay pegado a la izquierda del ayuntamiento y cruzar el puente Blinde Ezelbrug por encima del río. Este puente fue originalmente uno de los cuatro que daban acceso al castillo del conde del siglo X, que terminó desapareciendo. Llegados a la otra orilla párate un momento a observar lo que te rodea: la arquitectura flamenca, el canal, el Vismarkt o Mercado del Pescado, el Ayuntamiento, la Torre Belfort… ya que es un punto también bastante bonito para tomar fotografías.

Al lado de la Vismarkt se encuentra la Huidenvettersplein o plaza de los Curtidores. La plaza fue utilizada como zona de trabajo y sede los curtidores en el siglo XIV. Si te fijas puedes ver el escudo de este oficio en la parte superior de la columna situada en medio de la plaza, sujetado por dos leones.

Si paseas por el canal verás los puentes Peerdenbrug (siglo XVII) y Meebrug (siglo XIV), originariamente también fueron dos de los cuatro puentes que daban acceso al desaparecido castillo. Pasarás delante de un antiguo hospital del siglo XVIII y entre sus bonitos edificios reconocerás fácilmente de Casa del Pelícano.
Si os gusta andar otra opción para salir de la plaza Burg es salir por la calle Hoogstraat y cruzar por el puente Peerdenbrug que queda un trozo más arriba. Cuidado no os paséis de largo el callejón que lleva hasta el puente, ya que es bastante discreto y estrecho. En general esta es una zona poco concurrida y la verdad es que tampoco vais a ver nada espectacular.

Muelle del Rosario (Rozenhoedkaai)
Bajando unos cinco minutos por la orilla del río Djíver se encuentra el Muelle del Rosario. Éste era el muelle de mercancías durante la época medieval, y es uno de los puntos más fotogénicos y con más historia de la ciudad.

Por allá el siglo IX los vikingos llegaron a esta tierra bordeando las costas del Mar del Norte y crearon en esta zona un asentamiento llamado Brygga, que significa muelle o embarcadero.
La fotografía clásica es desde la curvatura del río, con la casa y el árbol reflejados en el agua. Esa es la Casa de España o Casa de Pérez de Malvenda, una casa neogótica del siglo XV que fue restaurada y se convirtió en un cervecería con las mejores vistas al canal y una extensa variedad de cervezas. Si cuadras bien la fotografía aparecerá de fondo la Torre Belfort.

Aunque aquí ya no atracan los grandes barcos de carga, podemos ver el canal con varias embarcaciones turísticas que recorren los canales de Brujas. Y es que uno no puede decir que ha visto Brujas hasta que no ha visto la ciudad desde los canales.
Si podéis, acercaros por la noche también a ver el muelle en todo su esplendor, ya que la iluminación y la ausencia de gente convierten el muelle en un lugar tranquilo y mágico.
Puente de Bonifacio (Bonifaciusbrug)
El puente de Bonifacio es un lugar que aparece cada vez más en las guías de Brujas, pero confieso que la primera vez que llegué al puente fue por accidente. La calle Dijver es un paseo entre arboles que va siguiendo el canal, en Dijver 3 e se encuentra un arco y la entrada a los jardines Arentshof, donde se encuentra el puente. No se si esta es la forma oficial de llegar pero yo ya me he acostumbrado a seguir esta ruta.
Aunque parezca antiguo este puente se construyó en 1910 y une el palacio de Gruuthuse con la parte trasera de la Iglesia Nuestra Señora de Brujas. Conocido como puente del amor por las leyendas que lo rodean, la verdad es que este puente fue creado con algunos restos de lápidas, ya que por aquel entonces estaban trasladando el cementerio. Aún así el lugar queda escondido e intimo, confiriéndole romanticismo.

A la izquierda del puente podrás observar una de las pocas casas que quedan con la fachada original de madera. A la derecha, en el castillo de Gruuthuse observareis una ventana, ésta es la ventana gótica más pequeña de Europa y servía como punto de vigilancia. En aquel entonces llegaban por aquí las mercancías, los guardias podían vigilar quien llegaba y si pagaba el peaje, pero los mercaderes no podían ver si había alguien vigilando dentro, con lo que preferían pagar y no arriesgarse a perder un dedo.
Iglesia de Nuestra Señora (Vrouwekerk)
Horario de visita: martes a sábado de 9:30h a 17h. Domingo de 13:30h a 17h.
En el terreno en el que hoy en día se alza la Iglesia de Nuestra Señora existía antiguamente una iglesia románica. La iglesia actual de estilo gótico fue levantada entre los siglos XIII y XV y su torre de 122 metros de altura, es la segunda torre más alta del mundo construida en ladrillo.
En el siglo XVI la iglesia quedó despojada de toda decoración en su interior debido a dos factores: las corrientes protestantes y el poco aprecio al rey Carlos I de España y V de Alemania, un rey considerado extranjero a pesar de haber nacido en Gante. Las protestas derivaron en la destrucción de todo lo relacionado con lo español, entre ello el interior de esta iglesia.
La Reforma Católica o Contrarreforma del siglo XVI pretende renovar la iglesia y vuelve a decorar el su interior, esta vez con el estilo de la época, el barroco.
Aquí se encuentra La Madonna y el Niño de Miguel Ángel, la única obra que el artista vendió en vida fuera de Italia. Esta no es la única curiosidad, y es que la iglesia es una caja de sorpresas.
En su interior se hallan los sepulcros de Carlos el Temerario y el de su hija María de Borgoña. Existe una diferencia de sesenta años entre ambos sepulcros, siendo el del padre más moderno, pero realmente murió primero Carlos y al cabo de cinco años murió su hija. El hecho de que el sepulcro de María de Borgoña sea más antiguo que el de su padre no es lo único que curioso de esta tumba, sino que los restos de la duquesa de Borgoña no yacen solos: en el mismo sepulcro se encuentra el corazón de su hijo Felipe el Hermoso (Felipe I de Castilla), dentro de una caja de plomo con inscripciones.
El resto del cuerpo de Felipe el Hermoso se encuentra en la Catedral de Granada, junto a su esposa Juana, conocida también como Juana la Loca.
Catedral de San Salvador
Horario de visita: lunes a viernes de 10h a 13h y de 14h a 17:30h. Sábado de 10h a 15:30h. Domingo de 11:30h a 12h y de 14h a 17h.
Andando 5 minutos por la calle Heilige-Geeststraat encontramos la Catedral de San Salvador, la iglesia más antigua de Brujas. Este edificio gótico del siglo XII tiene una torre de 100 metros que compite con la del Campanario Belfort.
En el interior podrás ver el baptisterio con varios murales, tapices, tumbas medievales y varias pinturas flamencas.

Más que la catedral en si lo que me gusta más es un rinconcito que se encuentra en el exterior. A la altura de la calle Heilige-Geeststraat 1 se encuentran el Hotel de Castillion y el Hôtel Het Gheestelic Hof que en invierno llenan sus entradas con luces y decoración navideña, convirtiendo la calle en una imagen de postal con la catedral de fondo.
El Beaterio (Begijnhof)
Horario de visita: lunes a sábado de 6:30h a 18:30h. Domingos de 14:30h a 17h.
Entrada: solo se paga el museo
Junto al Parque Minnewater encontramos el beaterio de Brujas, uno de los lugares imprescindibles que ver en Brujas.
Este beaterio fue construido en 1245 por la Condesa de Flandes como hogar para mujeres viudas o huérfanas, que libremente decidían dedicar su vida a ayudas a las personas más necesitadas, todo ello al margen de la iglesia católica, por lo que no tenían votos de castidad y podían dejar la comunidad cuando quisieran. Actualmente no quedan beguinas en este beaterio y se alojan en él monjas benedictinas.

Este recinto está formada por una plaza rectangular rodeada de casitas blancas, la mayoría de ellas construidas entre los siglos XVI y XVIII. En medio de la plaza se encuentra la Iglesia de Santa Isabel y la Casa de la Gran Dama, donde reside la madre superiora.
Recordemos que los Beaterios de Bélgica fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Parque Minnewater, el lago de amor
De camino hacia la estación encontramos el Parque Minnewater, aunque la leyenda popular flamenca le confiere un origen romántico la verdad es que este era el puerto de Brujas y un lugar desde el que controlar el nivel de agua de los canales.
Donde antes había barcos mercantes encontramos hoy en día un parque con un lago, un puente, el castillo de Fraille y cisnes que nadan entre canales, una imagen de cuento de hadas.

Para descansar y disfrutar de las estupendas vistas que tiene el lago acercaros al Kasteel Minnewater donde también podréis tomar algo.
Que más hacer en Brujas
Plaza Jan Van Eyck
Aunque se sale de la ruta, la plaza Jan Van Eyck es una de las plazas más bonitas que ver en Brujas. Fue construida en honor al pintor flamenco que le da su nombre a la plaza, con una escultura de mármol que representa al autor y su casa.
En sus orígenes esta plaza era un muelle medieval que funcionaba como aduana, cobrando peajes a los barcos que entraban en Brujas. Todavía quedan algunos edificios antiguos de aquella época, como el Tolhuis (la aduana) o la Logia de los Burgueses.
La plaza tiene bastante ambiente ya que es una zona con bastantes cafeterías, además aquí se inicia el canal Spiergelrei.
Paseo en barco por los canales
Brujas tiene una red de canales bastante extensa para lo pequeñita que es, de hecho cuenta con 16 kilómetros de canales, no en vano se ha ganado el apodo de “la Venecia del Norte”.
Puedes contratar paseos en barco para recorrerlos y no tendrás problemas para encontrar un sitio donde subir a una embarcación, ya que salen desde distintos muelles de la ciudad: Wollestraat, Huidenvettersplein, Nieuwstraat, Rozenhoedkaai y Katelijnestraat. Son bastante tranquilos y, teniendo en cuenta que hablamos de Bélgica, no los encuentro caros. El precio ronda los 15€ y dura una media hora.
No es algo imprescindible pero si que tiene su encanto y permite ver el casco antiguo desde otra perspectiva, moviéndote por lugares donde no se puede llegar andando.
Si queréis aseguraros un sitio en una de las embarcaciones podéis reservar con antelación los siguientes links:
- Brujas al Descubierto: Tour a pie y experiencia en barco por los canales
- Brujas: Tour a pie, paseo en barco por el canal con opción de degustación de cerveza
Museo Memling
Horario de visita: de martes a domingo de 09:30h a 17:00h
Precio de entrada: 8€
Frente a la Iglesia de Nuestra Señora de Brujas se encuentra el Hospital de San Juan, un edificio medieval del siglo XI y uno de los hospitales más antiguos de Europa. Repartidas por las salas del antiguo hospital se encuentran seis obras de Hans Memling, que le han dado nombre el museo.
Durante el recorrido podréis ver lo que era la vida en un hospital medieval, a través de piezas de la exposición relacionadas con la medicina, como camillas, muebles, pinturas o instrumental médico.
Tras se herido en la batalla, Memling fue trasladado como paciente a este hospital y sobrevivió. Se cree que el artista realizó estas magníficas obras para el hospital como agradecimiento.
A parte de las pinturas podréis ver las salas donde descansaban los pacientes, el boticario, el jardín de plantas medicinales, la iglesia gótica o el ático, entre otras.
Aunque no quieras entrar al museo se puede acceder al patio interior del hospital, para que os hagáis una idea de lo que debió ser aquel lugar.
Molinos de Kruisvest
Horario de visita: 9:30h a 12:30h y de 13:30h a 17h, todos los días
Para los que hagais noche en Brujas o todavía tengáis tiempo y ganas de ver cosas os podeis acercar al parque de Kruisvest, al norte de la plaza Jan Van Eyck, desde la que podéis llegar en unos 15-20 minutos andando.
El parque de Kruisvest es popular por sus molinos de viento. El molino Sint-Janshuismolen data del año 1770, todavía está en funcionamiento y es el único molino que se puede visitar. Los otros tres molinos fueron levantados entre los años 1790 y 1888 y trasladados a su ubicación actual en el siglo XX para poder preservar-los. Estos molinos fueron el motor económico, llegando a haber hasta 30 molinos en la zona, pero los cambios en la alimentación y la innovación tecnológica acabaron con ellos.
Podreis ver los molinos en lo alto de unas colinas acompañados por el río, seguro que será un paseo agradable que os sorprenderá.
Como llegar a Brujas
El tren es la mejor opción para desplazarte por Bélgica ya que es rápido, puntual y los fines de semana tienes descuento del 50% si coges billetes de ida y vuelta (por ejemplo, desde Bruselas). Puedes comprar los tickets en la pagina de la red de trenes belga y ver los distintos horarios.
El precio desde Bruselas ronda los 15-18€ el trayecto y deberás dirigirte a una de las 3 estaciones principales (Norte, Midi o Central) para coger el tren que te llevará a Brujas en una hora aproximadamente.
Planeas llegar directamente desde el aeropuerto? Ningún problema. El aeropuerto de Zaventen tiene estación de tren, coge la línea que se dirige a Oostende y en 90 minutos te plantarás en Brujas. El precio del billete son unos 15 euros.
Desde el aeropuerto de Charleroi no hay tren directo a Brujas, pero no te preocupes que hay alternativas. La compañia de autobuses Flibco realiza el trayecto entre este aeropuerto y Brujas en un par de horas. Los precios son muy variables y depende de con cuanta antelación compres el pasaje, que los puedes reservar en su página web.
En mi último viaje a Bélgica hice la excursión a Brujas y Gante en un día. Saliendo desde Leuven me costó 22€ (oferta 50%) ida y vuelta hasta Brujas e hice parada en Gent. Recordad que en Bélgica se paga por kilometraje y no por trayecto, así que visité ambas ciudades pagando solo un trayecto para ir y un trayecto para volver.
Si llevas poco tiempo en Europa y prefieres ir con alguien que te lleve de Bruselas a Gante y Brujas aquí tienes el tour Desde Bruselas: Excursión de un día con guía a Brujas y Gante
Que comer en Brujas
Chocolaterias
Belgica destaca por tener algunos de los mejores maestros chocolateros del mundo lo que la convierte en el paraíso para los amantes del chocolate.
Brujas está repleta de chocolaterías con escaparates llenos de bombones artesanos y pralinés, los más famosos por el centro son The Chocolate Line, Pralinette, Dumon Chocolaterie, The Old Chocolate House, Godiva, pero si buscais hay muchas más!
En invierno seguro que os apetece hacer un alto para tomar un buen chocolate caliente para entrar en calor, adentrate en el callejón Ter Steeghere o la Chocolaterie de Burg, ambos en la plaza del centro.

Excursiones desde Brujas
Moverse por Belgica es muy fácil, no te pierdas estas otras ciudades.

