Quienes somos
Enfermeras de profesión, aprovechamos los días libres para escaparnos a cualquier lugar del mundo.
Después de mucho estudiar, conseguí un empleo que me permitió disponer de tiempo para hacer lo que más me gusta, viajar. Así que en 2018, con apenas 22 años y la única compañía de una mochila, me dispuse a hacer mi primer viaje en solitario.
No voy a mentir, me dio miedo, pero la experiencia fue tan fabulosa que, como podéis imaginar, me entraron ganas de más.
Mi hermana no tardó mucho en querer unirse a esta aventura, así que mientras se pueda… ¿por que no vivirla juntas?